CORDILLERA DE LOS ANDES

Es una
cadena montañosa de Sudamérica que se extiende casi paralela a la costa del
Pacífico, desde el cabo de Hornos hasta las proximidades de Panamá. Es uno de
los sistemas montañosos más grandes del mundo.
La cadena
tiene 7.240 km de longitud, 241 km de ancho y un promedio de
3.660 m de altura. Desde su estrechamiento final al sur de Chile, los
Andes se extienden en cadenas paralelas por Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador
y Colombia. En Venezuela se divide en tres cadenas distintas. A lo largo de
su extensión, la cordillera se levanta abruptamente desde la costa del
Pacífico.
La elevación
y plegamiento de las rocas sedimentarias –de las que están compuestos los
Andes– se originó durante el periodo cretácico, cuando la corteza terrestre
de la placa del Pacífico inició la subducción de la placa sudamericana en el
proceso conocido como tectónica de placas. Las fuerzas tectónicas que se
generaron por esta colisión desencadenaron erupciones volcánicas y
terremotos, que en algunas partes elevaron los Andes por encima de los
1.500 m durante más de 28 millones de años.
DEPRESION INTERMEDIA
El término Depresión se refiere a un extenso territorio que se halla hundido con respecto a relieves más altos.
La Depresión Intermedia de Chile es conocida también
como Llano Central y corresponde a una franja del relieve
chileno ubicada entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera
de la Costa.
La Depresión se originó por el hundimiento producido al
formarse el plegamiento andino. Dicho hundimiento es progresivo de norte
a sur y se relaciona directamente con los dos cordones montañosos que
la circundan, debido a que se formaron en el mismo período geológico.
En el norte hay una tendencia al solevantamiento, mientras que en el sur
hay una tendencia al hundimiento.
En general, esta gran depresión constituye el receptáculo de los sedimentos
que, en los períodos geológicos llamados Terciario y Cuaternario, se han
desprendido de las cordilleras vecinas por efecto de los acarreos glaciales
y fluviales y de las distintas formas de erosión que atacan la superficie
terrestre.
Esta franja no sólo ha sido el depósito
del relleno sedimentario, sino que ha almacenado recursos hídricos
(agua), ya sea en su interior, como ocurre en el Norte, o como
escurrimientos superficiales.
Dada la topografía del territorio chileno, la
Depresión Intermedia es el área más apta para la ocupación humana,
ya que posee además, en algunos de sus sectores, factores favorables
en cuanto al suelo, clima y recursos hídricos.
En el Norte Grande se presenta como un plano desierto que solo
es interrumpida por quebradas tales como las de Lluta, Camarones,
Vítor, etcétera, dejando pampas entre una quebrada y otra. La
más importante es la Pampa del Tamarugal (I región). Al sur
de Taltal, la Depresión Intermedia aparece cortada por cordones
montañosos que nacen de la Cordillera de los Andes, destacando la
Precordillera de Domeyko.
En el Norte Chico (III y IV región) aparecen los cordones transversales
que cortan la Depresión y la dividen formando los llamados Valles Transversales:
Valle de Copiapó, Valle del Huasco, Valle del Elqui, Valle del
Limarí, Valle del Choapa.
Una parte importante de la Depresión Intermedia
es
la Cuenca de Santiago, el cual es un sector deprimido
rodeado de relieves elevados (Cordillera de los Andes por el Este
y Cordillera de la Costa por el Oeste). Se extiende desde el cordón
montañoso de Chacabuco hasta la Angostura de Paine. Al sur de esta
se desarrolla la Cuenca de Rancagua,cuyo límite es
la Angostura de Pelequén. Desde este punto y hasta el río Itata
la Depresión se denomina Valle Longitudinal una amplia
planicie solo cortada por ríos tales como el Bío – Bío, Cautín
y Toltén.
En el Sur del país (IX y X región) se presentan un gran número
de lagos que han ocupado sectores importantes de la Depresión transformando
la zona en una interesante fuente turística. Se destacan los siguientes
lagos: Calafquén, Panguipulli, Ranco, Riñihue.
CORDILLERA DE LA COSTA

Es considerada una Cordillera
de carácter nacional porque no compromete a otros países del continente,
sino que se extiende totalmente a lo largo de Chile, bordeando el
Pacífico, desde el sur de Arica hasta la península de Taitao.
Predomina en su formación la roca
volcánica en el norte; en el centro y sur se integra al sustrato
del batolito andino formado por las efusiones del magma que, durante
el proceso de orogénesis andina, rompe la cubierta de las rocas
más antiguas constituyéndose en el subsuelo de la mayor parte del
territorio nacional.
La Cordillera de la Costa se extiende
a lo largo de Chile como una barrera orográfica que impide el acceso
al litoral. Lo mismo que las otras franjas de relieve, desciende
hacia el mar y, en algunos lugares, pierde continuidad, sin embargo,
en las secciones más altas constituye un biombo climático y una
zona de protección natural para la vegetación y fauna nativas. Sus
suelos están muy erosionados, por lo tanto, son muy pobres para
el desarrollo agrícola.
Norte grande
En el extremo norte del país, desde el cerro Camaraca (ubicado a 20 km
del sur de Arica) hasta el valle de Copiapó, la cordillera se levanta
alta y continua con una anchura promedio de 50 km. Su aspecto es
el de un gran farallón que cae abruptamente al océano desde unos
900 m de altitud, dejando apenas un borde exterior ocupado por terrazas
marinas muy angostas e interrumpidas por quebradas.
Frente a Iquique sobrepasa los 1.700 m para elevarse a más de 3.000 m
en la Sierra Vicuña Mackenna. Su desgastada superficie está ocupada por
depresiones sin desagüe, llamadas las “pampitas” y cuencas salinas,
los salares entre los cuales sobresale el Salar Grande.
Norte Chico
Al sur de Chañaral la cordillera aparece fraccionada y discontinua por
efecto de la erosión y acción del mar. Las porciones aisladas de la cordillera,
cortada por los valles de los ríos entran en contacto con los cordones
transversales que avanzan hacia el oeste desde los Andes, formando un
paisaje confuso, donde no es posible diferenciar las franjas longitudinales
del relieve. Esta zona, a pesar de su falta de continuidad, es rica en
recursos mineros, principalmente de hierro y cobre. Aquí se ubican la
mayor parte de los yacimientos de hierro en explotación.
Sector Central
Frente a Valparaíso y Santiago, la
Cordillera vuelve a erguirse alta y maciza, dividiéndose en dos
cadenas principales: la oriental más elevada y la occidental de
menores alturas. La cadena oriental posee muchas cumbres que sobrepasan
los 2.000 m como en el caso de los cerros Roble, Vizcacha y Campeana.
Zona Sur
Al sur del Biobío la cordillera se eleva a una altura de 1.400
m en la llamada
Cordillera de Nahuelbuta, que se constituye
en una cadena alta y continua, hasta las cercanías del río Imperial.
PLANICIES LITORALES
En la zona del Norte Grande, como consecuencia de la presencia del
denominado farellón costero, las Planicies Litorales son relativamente
escasas, convirtiéndose esta en una circunstancia que dificulta la
ocupación humana de esta parte del territorio. Sin embargo, en aquellas
zonas en donde las planicies son más anchas (entre 3 y 5 kilómetros) se
ubican las ciudades más grandes e importantes del Norte Grande: Iquique,
Antofagasta, Tocopilla y Taltal; estos núcleos urbanos concentran la
mayor densidad de población de la zona, en gran medida porque estas
planicies favorecen el establecimiento de centros de portuarios que
catalizan la economía de toda la región.
En la región del Norte Chico, como consecuencia de la presencia de
los valles transversales, las Planicies Litorales alcanzan una mayor
amplitud debido a que por la discontinuidad que caracteriza a la
Cordillera de la Costa, las planicies logran empalmarse directamente con
la Depresión Intermedia. El mayor ancho de las Planicies Litorales se
ubica en la zona de La Serena-Coquimbo, en donde alcanza un ancho máximo
de 30 kilómetros, una situación que facilita la ocupación humana y el
desarrollo de las comunicaciones terrestres.
En las postrimerías del
Norte Chico, al sur del río Limarí, las Planicies Litorales tienden a
estrecharse para luego reaparecer en forma más clara en la región de
Valparaíso.
En la zona central, tras la ribera sur del río Aconcagua y hasta las
proximidades de Constitución, las Planicies Litorales recuperan amplitud
y adquieren mayor continuidad, lo que genera condiciones físicas
propicias para el desarrollo de asentamientos humanos. Posteriormente,
en la zona comprendida entre Constitución y Concepción, las Planicies
Litorales sufren la alternancia entre farellones y acantilados y
estrechas planicies que progresivamente se van reduciendo.
En la zona sur, tras la desembocadura del río Biobío, y contiguo al
Golfo de Arauco, las Planicies Litorales alcanzan mayor amplitud
anticipándose a la Cordillera de Nahuelbuta. Entre los ríos Imperial y
Toltén, y desde la zona de Maullín y hasta el canal de Chacao, el límite
entre las Planicies Litorales y la Cordillera de la Costa es cada vez
más difuso y la primera
macroforma tiende a reemplazar al cordón costero, y de hecho, logra comunicarse directamente con la Depresión Intermedia.
En la zona occidental de la isla de Chiloé, las Planicies Litorales
son apenas perceptibles, y manifiestan una escasa presencia en torno al
golfo de Ancud y Cucao; y finalmente, las Planicies Litorales reaparecen
por última vez en la isla Guafo.