martes, 11 de junio de 2013

MACROFORMAS DEL RELIEVE DE CHILE

CORDILLERA DE LOS ANDES
Es una cadena montañosa de Sudamérica que se extiende casi paralela a la costa del Pacífico, desde el cabo de Hornos hasta las proximidades de Panamá. Es uno de los sistemas montañosos más grandes del mundo.

La cadena tiene 7.240 km de longitud, 241 km de ancho y un promedio de 3.660 m de altura. Desde su estrechamiento final al sur de Chile, los Andes se extienden en cadenas paralelas por Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. En Venezuela se divide en tres cadenas distintas. A lo largo de su extensión, la cordillera se levanta abruptamente desde la costa del Pacífico.
La elevación y plegamiento de las rocas sedimentarias –de las que están compuestos los Andes– se originó durante el periodo cretácico, cuando la corteza terrestre de la placa del Pacífico inició la subducción de la placa sudamericana en el proceso conocido como tectónica de placas. Las fuerzas tectónicas que se generaron por esta colisión desencadenaron erupciones volcánicas y terremotos, que en algunas partes elevaron los Andes por encima de los 1.500 m durante más de 28 millones de años.


DEPRESION INTERMEDIA

El término Depresión se refiere a un extenso territorio que se halla hundido con respecto a relieves más altos.
La Depresión Intermedia de Chile es conocida también como Llano Central y corresponde a una franja del relieve chileno ubicada entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera de la Costa.
La Depresión se originó por el hundimiento producido al formarse el plegamiento andino. Dicho hundimiento es progresivo de norte a sur y se relaciona directamente con los dos cordones montañosos que la circundan, debido a que se formaron en el mismo período geológico. En el norte hay una tendencia al solevantamiento, mientras que en el sur hay una tendencia al hundimiento.
En general, esta gran depresión constituye el receptáculo de los sedimentos que, en los períodos geológicos llamados Terciario y Cuaternario, se han desprendido de las cordilleras vecinas por efecto de los acarreos glaciales y fluviales y de las distintas formas de erosión que atacan la superficie terrestre.
Esta franja no sólo ha sido el depósito del relleno sedimentario, sino que ha almacenado recursos hídricos (agua), ya sea en  su interior, como ocurre en el  Norte, o como escurrimientos superficiales.
Dada la topografía del territorio chileno, la Depresión Intermedia es el área más apta para la ocupación humana, ya que posee además, en algunos de sus sectores, factores favorables en cuanto al suelo, clima y recursos hídricos.

En el Norte Grande se presenta como un plano desierto que solo es interrumpida por quebradas tales como las de Lluta, Camarones, Vítor, etcétera, dejando pampas entre una quebrada y otra. La más importante es la Pampa del Tamarugal (I región). Al sur de Taltal, la Depresión Intermedia aparece cortada por cordones montañosos que nacen de la Cordillera de los Andes, destacando la Precordillera de Domeyko.
En el Norte Chico (III y IV región) aparecen los cordones transversales que cortan la Depresión y la dividen formando los llamados Valles Transversales: Valle de Copiapó, Valle del Huasco, Valle del Elqui, Valle del Limarí, Valle del Choapa.
Una parte importante de la Depresión Intermedia es la Cuenca de Santiago, el cual es un sector deprimido rodeado de relieves elevados (Cordillera de los Andes por el Este y Cordillera de la Costa por el Oeste). Se extiende desde el cordón montañoso de Chacabuco hasta la Angostura de Paine. Al sur de esta se desarrolla la Cuenca de Rancagua,cuyo límite es la Angostura de Pelequén. Desde este punto y hasta el río Itata la Depresión se denomina Valle Longitudinal una amplia planicie solo cortada por ríos tales como el Bío – Bío, Cautín y Toltén.
En el Sur del país (IX y X región) se presentan un gran número de lagos que han ocupado sectores importantes de la Depresión transformando la zona en una interesante fuente turística. Se destacan los siguientes lagos: Calafquén, Panguipulli, Ranco, Riñihue.


CORDILLERA DE LA COSTA 


Es considerada una Cordillera de carácter nacional porque no compromete a otros países del continente, sino que se extiende totalmente a lo largo de Chile, bordeando el Pacífico, desde el sur de Arica hasta la península de Taitao.
Predomina en su formación la roca volcánica en el norte; en el centro y sur se integra al sustrato del batolito andino formado por las efusiones del magma que, durante el proceso de orogénesis andina, rompe la cubierta de las rocas más antiguas constituyéndose en el subsuelo de la mayor parte del territorio nacional.
La Cordillera de la Costa se extiende a lo largo de Chile como una  barrera orográfica que impide el acceso al litoral. Lo mismo que las otras franjas de relieve, desciende hacia el mar y, en algunos lugares, pierde continuidad, sin embargo, en las secciones más altas constituye un biombo climático y una zona de protección natural para la vegetación y fauna nativas. Sus suelos están muy erosionados, por lo tanto, son muy pobres para el desarrollo agrícola.

Norte grande
En el extremo norte del país, desde el cerro Camaraca (ubicado a 20 km del sur de Arica) hasta el valle de Copiapó, la cordillera se levanta alta y continua con una anchura promedio de 50 km. Su aspecto es el de un gran farallón que cae abruptamente al océano desde unos 900 m de altitud, dejando apenas un borde exterior ocupado por terrazas marinas muy angostas e interrumpidas por quebradas.
Frente a Iquique sobrepasa los 1.700 m para elevarse a más de 3.000 m en la Sierra Vicuña Mackenna. Su desgastada superficie está ocupada por depresiones sin desagüe, llamadas las “pampitas” y cuencas salinas, los salares entre los cuales sobresale el Salar Grande.

Norte Chico
Al sur de Chañaral la cordillera aparece fraccionada y discontinua por efecto de la erosión y acción del mar. Las porciones aisladas de la cordillera, cortada por los valles de los ríos entran en contacto con los cordones transversales que avanzan hacia el oeste desde los Andes, formando un paisaje confuso, donde no es posible diferenciar las franjas longitudinales del relieve. Esta zona, a pesar de su falta de continuidad, es rica en recursos mineros, principalmente de hierro y cobre. Aquí se ubican la mayor parte de los yacimientos de hierro en explotación.
Sector Central
Frente a Valparaíso y Santiago, la Cordillera vuelve a erguirse alta y maciza, dividiéndose en dos cadenas principales: la oriental más elevada y la occidental de menores alturas. La cadena oriental posee muchas cumbres que sobrepasan los 2.000 m como en el caso de los cerros Roble, Vizcacha y Campeana.

 Zona Sur
Al sur del Biobío la cordillera se eleva a una altura de 1.400 m en la llamada Cordillera de Nahuelbuta, que se constituye en una cadena alta y continua, hasta las cercanías del río Imperial.


PLANICIES LITORALES

En la zona del Norte Grande, como consecuencia de la presencia del denominado farellón costero, las Planicies Litorales son relativamente escasas, convirtiéndose esta en una circunstancia que dificulta la ocupación humana de esta parte del territorio. Sin embargo, en aquellas zonas en donde las planicies son más anchas (entre 3 y 5 kilómetros) se ubican las ciudades más grandes e importantes del Norte Grande: Iquique, Antofagasta, Tocopilla y Taltal; estos núcleos urbanos concentran la mayor densidad de población de la zona, en gran medida porque estas planicies favorecen el establecimiento de centros de portuarios que catalizan la economía de toda la región.

En la región del Norte Chico, como consecuencia de la presencia de los valles transversales, las Planicies Litorales alcanzan una mayor amplitud debido a que por la discontinuidad que caracteriza a la Cordillera de la Costa, las planicies logran empalmarse directamente con la Depresión Intermedia. El mayor ancho de las Planicies Litorales se ubica en la zona de La Serena-Coquimbo, en donde alcanza un ancho máximo de 30 kilómetros, una situación que facilita la ocupación humana y el desarrollo de las comunicaciones terrestres.

En las postrimerías del Norte Chico, al sur del río Limarí, las Planicies Litorales tienden a estrecharse para luego reaparecer en forma más clara en la región de Valparaíso.
En la zona central, tras la ribera sur del río Aconcagua y hasta las proximidades de Constitución, las Planicies Litorales recuperan amplitud y adquieren mayor continuidad, lo que genera condiciones físicas propicias para el desarrollo de asentamientos humanos. Posteriormente, en la zona comprendida entre Constitución y Concepción, las Planicies Litorales sufren la alternancia entre farellones y acantilados y estrechas planicies que progresivamente se van reduciendo.

En la zona sur, tras la desembocadura del río Biobío, y contiguo al Golfo de Arauco, las Planicies Litorales alcanzan mayor amplitud anticipándose a la Cordillera de Nahuelbuta. Entre los ríos Imperial y Toltén, y desde la zona de Maullín y hasta el canal de Chacao, el límite entre las Planicies Litorales y la Cordillera de la Costa es cada vez más difuso y la primera macroforma tiende a reemplazar al cordón costero, y de hecho, logra comunicarse directamente con la Depresión Intermedia.

En la zona occidental de la isla de Chiloé, las Planicies Litorales son apenas perceptibles, y manifiestan una escasa presencia en torno al golfo de Ancud y Cucao; y finalmente, las Planicies Litorales reaparecen por última vez en la isla Guafo.

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